El endeudamiento de los hogares argentinos con el sistema financiero y entidades no bancarias alcanzó niveles críticos, según el último informe de Prestadores No Financieros de Crédito (PNFC) del Banco Central de la República Argentina (BCRA), con datos a julio de 2025. El promedio de deuda por persona superó los $5,6 millones, un salto del 75% respecto a los $3,2 millones de julio de 2024.
En total, 6,2 millones de personas mantienen obligaciones activas. De ese monto promedio, $4,4 millones corresponden a bancos tradicionales y $1,2 millones a proveedores no financieros, como fintech, billeteras virtuales y cadenas comerciales.
El BCRA destaca el boom del sector no bancario, con 542 empresas que desembolsaron $11 billones en créditos. Los préstamos personales en este ámbito crecieron un 144% interanual, mientras que el financiamiento con tarjetas de crédito avanzó un 53%, impulsado por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo.
Morosidad duplica en 10 meses y llega al 20% en fintech
La irregularidad en los pagos escaló al 8,6% en el total (bancos y no bancarios), duplicando la tasa de enero de 2025. El panorama es más alarmante en el segmento no tradicional: los préstamos personales de fintech registran un 20% de atrasos, las billeteras virtuales un 18%, y la financiación de electrodomésticos un 27%.
El Central advierte que estos indicadores señalan un “deterioro adicional en la calidad crediticia” y riesgos de mayor incumplimiento, en un contexto de ingresos estancados y tasas de interés elevadas. La Tasa Nominal Anual (TNA) de préstamos no bancarios alcanzó el 129%, por encima de la inflación interanual del 36,6% a julio y el costo de mantenimiento de tarjetas (92%).
Medidas del BCRA para abaratar el crédito
Ante la situación, el BCRA redujo esta semana su tasa de referencia del 22% al 20%, en busca de una política monetaria más expansiva que facilite el acceso al crédito a menor costo y reactive la economía.
El informe enfatiza el impacto en sectores medios y bajos, que usan el endeudamiento para cubrir necesidades básicas, y urge monitoreo para evitar una crisis mayor en los próximos meses.

