La recesión profundiza su impacto en el empleo privado de la provincia de Buenos Aires. A pesar de la desaceleración inflacionaria, la caída del consumo y la competencia de productos importados provocan cierres de sucursales, quiebras y despidos masivos en sectores clave como el comercio minorista, la industria alimenticia y la metalúrgica.
Supermercados y mayoristas, los más golpeados
Esta semana cerró sus puertas el mayorista Yaguar en Bahía Blanca, dejando 50 familias en la calle. La empresa, que operaba desde 2006, atribuyó la decisión al deterioro de la Ruta Nacional 33, aunque los trabajadores señalan también mala gestión y la fuerte baja en las ventas.
“Hay una caída del poder adquisitivo de la gente. Hay problemas de consumo, del mal estado de la ruta, pero también un mal manejo de la empresa”, afirmó Juan Ignacio Mangiapane, uno de los empleados despedidos.
En paralelo, el grupo chileno Cencosud (Disco, Vea, Jumbo y Easy) avanza con su plan de ajuste: cerró la sucursal Vea de San Pedro (30 despidos) y Easy La Tablada en La Matanza (55 familias afectadas). En octubre ya había clausurado locales en Moreno y Castelar, con casi 80 indemnizados.
Industria alimenticia en jaque
Pese al boom del consumo de pollo, el Grupo Granja Tres Arroyos (GTA) atraviesa una crisis terminal en sus cuatro plantas bonaerenses (Ezeiza, Esteban Echeverría, Capitán Sarmiento y Brandsen). Fuentes del sector admiten que se evalúan cierres temporales o definitivos, aunque intentan evitar despidos masivos reubicando personal.
En el rubro lácteo, la Justicia decretó la quiebra de Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA), que elaboraba productos SanCor en Lincoln, dejando 180 trabajadores sin empleo. También quebró Conosur SA (pantalla de Maralac), que desde 2012 administraba la histórica La Suipachense en Suipacha: 140 familias afectadas.
Despidos “por goteo” que no cesan
En las últimas semanas se multiplican los cierres sorpresivos. Frávega bajó las persianas de su local en Temperley y el Sindicato de Comercio alerta por posibles 300 cesantías en todo el país.
A fines de octubre, la sueca SKF confirmó el cierre de su planta en Tortuguitas (150 empleos perdidos), mientras Sealed Air Quilmes despidió a 89 operarios por “reestructuración”.
Otros conflictos abiertos:
- ILVA (porcelanato) en Pilar: 300 trabajadores en la calle desde hace tres meses sin indemnización.
- Textilana S.A. (Mauro Sergio) en Mar del Plata: 175 suspensiones hasta marzo 2026.
- Acerías Berisso: planta paralizada, dos meses de sueldos adeudados y despidos durante conciliación obligatoria que afectan a unos 30 operarios.
Los sindicatos advierten que, de no reactivarse el consumo antes de fin de año, la sangría laboral puede agravarse sensiblemente en el Gran Buenos Aires y el interior bonaerense.

