El juez federal Julián Ercolini, quien ejecuta la condena de seis años de prisión por el caso Vialidad, impuso este miércoles nuevas y más estrictas restricciones al arresto domiciliario que cumple la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en su departamento de Monserrat (San José 1111).
A partir de ahora, la exvicepresidenta solo podrá recibir visitas dos veces por semana, con un máximo de tres personas simultáneas y por un lapso no mayor a dos horas.
El detonante: la foto con nueve economistas
El punto de inflexión fue la fotografía que Cristina Kirchner difundió el lunes en redes sociales, en la que aparece sentada a la mesa de su living junto a nueve reconocidos economistas que la visitaron para debatir sobre la situación económica.
El juez Ercolini aclaró en su resolución que la autorización otorgada al abogado Carlos Beraldi fue para visitas individuales, no para un encuentro colectivo de nueve personas. “La presencia concomitante de un grupo tan numeroso excede los términos de la autorización requerida y el sentido común que subyace a la regla”, sostuvo.
“Corresponde aclarar y reiterar que la visita de las nueve (9) personas que ingresaron al domicilio no había sido solicitada para que todas ellas concurrieran de manera simultánea, ni tampoco para participar de un encuentro colectivo”, enfatizó el magistrado.
Se “desnaturalizaba” el arresto domiciliario
Fuentes del Tribunal Oral Federal 2 indicaron que el régimen de prisión domiciliaria se estaba “desnaturalizando” con reuniones masivas que convertían el departamento en un centro de actividad política.
Ercolini remarcó que toda visita fuera del núcleo familiar, médicos o abogados debe ser previamente solicitada y fundada por “razones de seguridad” y para preservar “el carácter de sanción penal” de la condena.
La respuesta de Cristina Kirchner
Minutos antes de que se conociera la resolución, la propia expresidenta publicó en redes que las críticas no eran por la foto, sino por sus cuestionamientos al modelo económico de Javier Milei. Recordó además que ya había recibido a grupos de hasta seis personas sin que hubiera generado polémica.
Con las nuevas restricciones, cualquier reunión de mayor envergadura deberá contar con autorización expresa y justificada del juez Ercolini.

