El presidente Javier Milei y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, fueron abucheados este mediodía del miércoles 8 de octubre de 2025 por vecinos del microcentro porteño. El incidente ocurrió a pocas cuadras de Plaza de Mayo, cuando los hermanos salían de un edificio en Avenida de Mayo al 605, donde habían mantenido una reunión con empresarios en el histórico salón Cénit, posterior al Gabinete de esta mañana.

Una muchedumbre se concentró rápidamente en las calles aledañas, coreando insultos como “hijo de puta” en una clara muestra de repudio a la presencia de los líderes de La Libertad Avanza. Ante la hostilidad, Milei y su hermana subieron a toda velocidad a sus camionetas oficiales, escoltados por una fuerte custodia de la Seguridad Presidencial y efectivos de la Policía Federal Argentina, que desplegaron un amplio operativo para garantizar su salida segura.

Este episodio se suma a una serie de tensiones que enfrentan los dirigentes libertarios en sus apariciones públicas, intensificadas en los últimos días de la campaña electoral rumbo a las legislativas del 26 de octubre. El malestar vecinal refleja el descontento por la situación económica del país, con reclamos por inflación, recortes y políticas de ajuste que impactan en el día a día de los ciudadanos.

El pasado martes, durante una visita a Mar del Plata, Milei también se cruzó con transeúntes que le manifestaron su bronca por la realidad económica. Estos incidentes subrayan la polarización que marca el escenario preelectoral, donde el Gobierno busca consolidar su proyecto en el Congreso bonaerense y nacional.

Tras el cruce en el microcentro, el presidente se dirigió a la Quinta de Olivos para continuar con sus actividades, mientras que Karina Milei retornó a la Casa Rosada para encabezar una nueva reunión de la mesa de campaña de La Libertad Avanza. Fuentes cercanas confirmaron a Noticias Argentinas que el mandatario se mostró impactado pero firme en su postura, reafirmando su compromiso con las reformas pese al rechazo callejero.

El incidente genera interrogantes sobre la seguridad de las apariciones públicas del Ejecutivo en un contexto de alta temperatura social, a solo 18 días de los comicios que podrían redefinir el equilibrio de poder en el Legislativo.