La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner desató una tormenta política con un mensaje en redes sociales donde acusó al presidente Javier Milei de llevar al país al borde del default. Con tono irónico, escribió: “¡Che Milei! ¡Qué olor a default!”, denunciando que el Gobierno dilapidó “más de mil millones de dólares en dos días” para sostener un tipo de cambio artificial, financiando lo que calificó como una “fuga a dólar barato” con deudas del FMI, el Banco Mundial y el BID.

Desde su prisión domiciliaria, Kirchner apuntó contra el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, a quien acusó de repetir el “desastre” de la gestión de Mauricio Macri con la “banda del carry trade”. También señaló a Federico Sturzenegger como cómplice del “endeudamiento y vaciamiento financiero” en tres ocasiones. Alertó sobre un nuevo préstamo con el Tesoro de EE.UU., exclamando: “¡Pará hermano, que vamos a volar por los aires!”, y cuestionó la estrategia de vender reservas para sostener el dólar, que considera insostenible.

La exmandataria no escatimó en sarcasmos al referirse al escándalo de presuntas coimas en la ANDIS. Cuestionó la defensa de Milei sobre los audios de Diego Spagnuolo, burlándose: “¿Es cierto que dijiste que son audios de peluquería e inteligencia artificial? Daaaaaale!!!”. También apuntó contra Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, con una chicana musical: “Alta coimeraaaaa… Karina es alta coimeraaaaa…”, aludiendo a las acusaciones de cobros del 3% en contratos de medicamentos para discapacitados.

El mensaje de Kirchner, emitido en plena campaña para las elecciones legislativas del 26 de octubre, busca galvanizar a la oposición y capitalizar el descontento por la crisis económica y los escándalos de corrupción. Sus críticas al “colapso inminente” y al manejo de las reservas refuerzan la narrativa de Fuerza Patria, que moviliza bajo el lema “Cristina Libre”, posicionándola como una figura central en el enfrentamiento al gobierno de Milei.