El sábado 6 de septiembre de 2025, a las 20:50, falleció Rosa Tarlovsky de Roisinblit, presidenta honoraria de Abuelas de Plaza de Mayo, a los 106 años. La organización informó en un comunicado: “Rosita se fue con un enorme trabajo y trayectoria como referente de derechos humanos en el país y en el mundo”. Su incansable lucha por la verdad y la justicia marcó un hito en la historia argentina.
El dolor de la pérdida y la lucha por la verdad
Rosa se unió a Abuelas de Plaza de Mayo tras la desaparición de su hija, Patricia Rosinblit, y su yerno, José Pérez Rojo, ambos militantes de Montoneros, secuestrados el 6 de octubre de 1978 por la Fuerza Aérea en Martínez, junto a su hija de un año, Mariana Eva. Mientras Mariana fue devuelta a su familia paterna, Patricia, embarazada de ocho meses, fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde dio a luz a su hijo, Rodolfo Fernando, quien fue apropiado por una familia vinculada a la Fuerza Aérea.
El reencuentro con su nieto
Tras décadas de búsqueda incansable, Rosa logró reunirse con su nieto, Guillermo Pérez Roisinblit, en abril de 2000, gracias a una denuncia anónima que permitió confirmar su identidad mediante análisis genéticos. “No estaba acá solamente para buscarlo a él, sino a todos los que faltan”, afirmó Rosa en una entrevista, reflejando su compromiso con todas las víctimas de la dictadura.
Un legado de resistencia
Nacida el 15 de agosto de 1919 en Moisés Ville, Santa Fe, Rosa se formó como obstetra en la Universidad Nacional del Litoral y trabajó como partera jefa en Rosario antes de mudarse a Buenos Aires. Su trayectoria en Abuelas incluyó el rol de vicepresidenta hasta 2021, cuando asumió como presidenta honoraria. Varios responsables del secuestro y apropiación de su nieto, como Francisco Gómez, Teodora Jofré y Jorge Luis Magnacco, fueron condenados, aunque los padres de Guillermo permanecen desaparecidos.
Un símbolo de lucha que perdura
El legado de Rosa Roisinblit trasciende su historia personal. Su vida, marcada por la resiliencia y el compromiso con los derechos humanos, continúa inspirando a generaciones en la búsqueda de memoria, verdad y justicia.