16/8/2025 | 11:51         
TURISMO
Travesía por los valles de Catamarca
Santa María del Yokavil, una ciudad de altura, con paisajes y cerros coloridos, es un destino increíble para descubrir en esa zona de la provincia.
Travesía por los valles de Catamarca

Catamarca es una de esas provincias que en cada rincón tiene una historia para conocer. La ruta de los seismiles o la del Adobe, junto a las termas de Fiambalá y los pueblitos escondidos de la Puna, son sólo algunos de los tantos ejemplos. Esos atractivos se encuentran en todo el territorio: Puna, el oeste, la Capital (San Fernando del Valle) y el Este.

Hacia el norte de la provincia, la ruta 40 llega a la capital de los Valles Calchaquíes, Santa María del Yokavil, una ciudad de altura, con paisajes y cerros coloridos, y un importante reservorio de sitios arqueológicos de antiguas ciudades diaguitas y calchaquíes. Conocida como el portal de los Valles Calchaquíes, es un lugar mágico, donde se conjugan el paisaje y la cultura, un lugar con historia, arqueología en abundancia ya que es considerada también como la Capital Nacional de la Arqueológica.

Desde Santa María de Yokavil, se puede interactuar con la Comunidad de Fuerte Quemado, un pueblo con encanto; asimismo se pueden recorrer los cerros acompañados con llamas, probar las famosas masitas de capia (maíz típico del lugar), con dulce de leche blanco, que se desarman en la boca como una delicia única en su tipo entre muchos platos típico más del lugar.

Otra cita obligada de la región es la ciudad de Andalgalá, donde abunda la piedra nacional, que es la rodocrosita o rosa del inca. Como todo el territorio catamarqueño, esta zona ostenta siglos de nutrida ocupación de pueblos originarios, que a la llegada de los españoles se concentraban en las tribus calchaquíes como parcialidad de los andalagalas. Llegar hasta aquí es ingresar en un paisaje montañoso de nieves eternas, sierras, ríos, olivos, aventura y piedras semi-preciosas.

Y justamente uno de los recorridos más elegidos por los turistas es uno vinculado a éste tipo de turismo: se trata de la Mina Santa Rita. Atravesando la localidad de Chaquiago y Choya, y “trepando” la desafiante cornisa de la cuesta de Capillitas se llega a este complejo minero de antigua explotación que le dio a Andalgalá, durante años, grandes satisfacciones por su gran producción, principalmente de Rodocrosita. Por su estructura y hermosa coloración rosada, es una de las más llamativas del mundo. Se dice por estos lados que la Rosa del Inca, también llamada Rodocrosita, simboliza perdón y amor.

En la zona de la Capital sobresale el recorrido histórico religioso de la Virgen del Valle, con la Gruta de la Virgen, donde fue encontrada su imagen, hasta la Catedral Basílica Nuestra Señora del Valle, en la explanada de la plaza central de la provincia.

En un radio de 60 kilómetros de la capital provincial hay varias villas turísticas, como El Rodeo, Las Juntas, La Puerta y Los Ángeles, todas con ríos de aguas mansas y claras, donde los turistas pueden refugiarse del agobiante calor de la temporada estival. El senderismo, las cabalgatas, paseos en bicicleta de montaña y los safaris fotográficos con avistamiento tanto de fauna como de flora son actividades comunes en la zona. (DIB)