Mediante esta iniciativa, el equipo de profesionales del área realiza visitas periódicas a los establecimientos que elaboran y fraccionan productos cárnicos, tomando muestras en manos de operarios y en las diversas superficies de trabajo para someterlas a análisis bacteriológicos.
En el marco de estas disposiciones, se entregan certificaciones a quienes van cumpliendo con los requerimientos establecidos de carnet de manipulador de alimentos, curso habilitante de manipulador, condiciones de venta (mercadería, espacio de trabajo, personal de trabajo, etc.) y, el resultado correcto de los análisis.
Una vez verificadas todas estas condiciones, se coloca una oblea de certificación que deberá revalidarse cada 6 meses, realizando nuevamente todo el proceso para su determinación.