21/2/2021 | 11:03         
AGRO
Por mejora en el clima y en precios internacionales, estiman que este año podría haber un ingreso extra de u$s 10.000 millones
Para desalentar corridas cambiarias y mantener abastecida la demanda de dólares, el Gobierno necesita que la producción agrícola sea récord y que ingresen divisas.
Por mejora en el clima y en precios internacionales, estiman que este año podría haber un ingreso extra de u$s 10.000 millones

(NA) -- Luego de un cierre de año con buena parte de la región productiva en sequía y un clima adverso, las lluvias de enero y febrero y los elevados precios de materias primas a nivel internacional, mejoraron las proyecciones de la campaña agrícola y según las estimaciones más optimistas podrían ingresar u$s 10.000 millones más que en 2020, según un informe privado.

Para desalentar corridas cambiarias y mantener abastecida la demanda de dólares, el Gobierno necesita que la producción agrícola sea récord y que ingresen divisas.

En ese contexto, las expectativas favorables sobre la campaña agrícola hacen presumir un mejor escenario, aunque las estimaciones son amplias y dependen de que se mantengan las condiciones.

Las proyecciones más optimistas esperan que este año el ingreso de divisas, en comparación con 2020, tenga un extra de u$s 10.000 millones.

"La campaña agrícola avanza con muy buenas noticias para la economía argentina", aseguró el economista especializado en agro del Instituto IERAL de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, en un análisis.

Explicó que "las proyecciones de producción se muestran más optimistas de lo que estaban semanas atrás y los volúmenes a cosechar de los principales granos podrían no alejarse mucho de los logrados en la campaña previa".

El experto señaló que "el arranque del 2021 ha sido excelente en materia de precios internacionales" y agregó que "los valores se ubican en los niveles más altos de los últimos siete años en dólares corrientes, dominados por un ciclo alcista cuya profundidad y duración resulta difícil de determinar, dado que los fundamentos de mercado están repartidos".

"La superación de la pandemia, la recuperación económica global, la gran fortaleza de la demanda china y las bajas existencias de granos son los principales factores que presionan sobre los precios", dijo.

No obstante, indicó que también hay factores bajistas, básicamente la mejora del clima en Sudamérica y una cosecha 2020-2021 que se va afirmando en los dos líderes productivos de la región, Brasil y Argentina.

"Como puede inferirse, por las mejores perspectivas productivas y el nuevo nivel de precios, el aporte de agro dólares apunta alto este año, la pregunta es qué tan alto", se planteó Garzón.

Mientras que en base a cinco niveles de producción posibles y tres de precios, el especialista construye distintos escenarios de valor de exportaciones 2021, incluyendo principales granos y derivados industriales.

En el escenario base de volúmenes y precios, los envíos llegan a 33.900 millones de dólares, un 34% por encima del año 2020, es decir 8.600 millones.

"Hay escenarios más expansivos, aquellos que suponen ya sea mayores saldos exportables, por mayor producción y/o mayores precios internacionales, en los que el aporte de divisas adicional al 2020 supera los 10 mil millones de dólares", añadió.

En tanto que hay otros donde sucede lo contrario, los volúmenes enviados y los precios de exportación son más bajos y el aporte extra de divisas se ubica cerca de los cinco mil millones de dólares y menos aún.

"Como puede inferirse, a partir de la mejora del clima las proyecciones de producción se muestran más optimistas de lo que estaban semanas atrás y los volúmenes a cosechar de los principales granos podrían no alejarse mucho de los logrados en la campaña previa", sostuvo.

Así, la Bolsa de Comercio de Rosario, en su última estimación, proyecta 49 millones de toneladas de soja y 48,5 millones de toneladas de maíz, cifras que se ubican sólo 3,4% y 5,8% por debajo de los volúmenes del ciclo 2019/2020.

De todos modos, la entidad santafesina alerta que las lluvias de la segunda quincena de febrero serán claves para terminar de definir los rindes, pudiendo recortar o ampliar la brecha con el ciclo pasado.