El método educativo creado por María Montessori no es nuevo: tiene cien años, pero está varios pasos adelante del que usa la escuela tradicional –que tiene doscientos– en unos cuantos aspectos.

Con las clases suspendidas debido al estado de emergencia que vivimos, la "escuela Montessori" ha diseñado actividades para que la educación de sus niños no se vea interrumpida. Acercando a sus casas los materiales en la medida de las posibilidades, o bien utilizando algunas herramientas virtuales, la actividad prosigue.

Desde la escuela dieron a conocer un documento muy detallado, que incluye una cronología del desarrollo del proyecto educativo, desde principios de este año –una época "normal"–, hasta la "nueva anormalidad" actual.

Señala dicho documento que el 2 de marzo de 2020 el Instituto Amanecer abrió sus puertas por segundo año con dieciséis niños en su matrícula conformando sus dos niveles –inicial y primaria–, y con un equipo de trabajo entusiasmado y comprometido con esta pedagogía científica, que no solo incluye una variada cantidad de materiales concretos, sino que contempla una visión del niño como constructor de su propio aprendizaje. Esto le permite desarrollarse siguiendo sus propias directrices naturales y respetando sus períodos sensibles, sus ventanas de oportunidad de aprendizaje con interés y motivación intrínseca.

El domingo 15 de marzo, debido a la cuarentena por la pandemia de coronavirus en Argentina, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció la suspensión de clases en todo el país. Luego, el 19 de marzo, decretaría el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) mediante el DNU 297/2020.

El Instituto Amanecer es una escuela, basada en pedagogía Montessori, que por el momento se encuentra fuera del sistema educativo oficial y que, habiendo cumplimentado con la resolución de trámite de apertura de escuelas de gestión privada, se encuentra a la espera, en medio de esta pandemia, de la apertura presencial de la Dirección de Educación de Gestión Privada (DIEGEP) en La Plata, para el tratamiento del expediente en curso.

En Amanecer se desarrolla el ambiente preparado de casa de niños, taller I y taller II con docentes en los espacios de educación artística, inglés, educación física, psicopedagogía, y con docentes de nivel inicial y primario que guían en las áreas de matemática, cósmica (ciencias sociales y ciencias naturales) y literatura.

Desde un primer momento, y desde el equipo de trabajo de Amanecer, se llevó tranquilidad a las familias de nuestra comunidad creando un grupo de comunicación activo con la aplicación Whatsapp, teniendo en cuenta que todos los niños contaban con acceso familiar a esa tecnología. Desde allí se mantuvo el contacto, y siguió formándose el vínculo con los niños, ante esta inédita situación que forzó a todos a continuar trabajando por medio de la tecnología.

"Creímos que nos resultaría complejo abordar los temas y contenidos, ya que, desde nuestra escuela, se trabaja en un ambiente preparado y con material concreto. Decidimos comenzar, en el caso de los niños más grandes, con la recomendación de un libro para leer en familia, “Amy, el niño de las estrellas” de Enrique Barrios. A partir de allí, buscamos la comprensión del texto, reflexiones, y puntos de vista", sostiene el documento.

Aclara que "en el caso de los más pequeños, tratamos de guiar a las familias en los ejercicios de vida práctica de la pedagogía Montessori para llevarles, a los más chiquitos, seguridad y satisfacción en la conquista de su independencia, y situaciones de calma ante tanta incertidumbre y cambio en las rutinas. Presentamos un capítulo del libro “El mundo de los microbios” para realizar una investigación sobre qué es un virus, y esto también nos abría puertas a diversas cuestiones como: ¿qué es una pandemia? ¿en dónde se originó?, etcétera".

La planificación fue adaptada a la situación que se presentaba. Viendo que se planeaba la visita y observación del proceso de cosecha, el equipo Montessori propuso realizar un germinador, enviando los pasos a seguir, promoviendo su observación y teniendo un registro diario.

Pasadas las primeras dos semanas, las familias fueron consultadas sobre qué creían conveniente para los niños. La escuela recibió sugerencias, y una de ellas fue realizar videollamadas. La propuesta fue inmediatamente aceptada, ya que se consideró "de vital importancia" mantener el vínculo visual con los niños. Fue pautado un día y horario para realizar videollamadas, y aún hoy se siguen realizando semanalmente. De más está decir que son muy esperadas por los niños.

El fin propuesto, que fue mantener la comunicación, conversar sobre lo trabajado o simplemente verse, se cumplió. "Nos recomendamos libros, cuentos, poesías, realizamos rondas de adivinanzas, chistes, compartimos experimentos, todos puntos de partida hacia otros temas y contenidos; nos sacamos dudas, y organizamos la siguiente videollamada", expresaron desde la escuela.

En el caso de los más pequeños, las videollamadas se llevan a cabo mediante la realización práctica y concreta de alguna producción como ser el germinador, un comedero de aves, una galaxia embotellada, etcétera. Estas comunicaciones sirven como disparador para abordar temas de interés para los niños, siguiendo, guiando y cultivando su motivación interna.

Gracias a esta forma de comunicación se ha trabajado sobre muchos temas, relacionándolos con los contenidos como, por ejemplo, el ciclo de las plantas, animales autóctonos, avistaje de aves, el sistema solar, entre otros.

"Los días seguían pasando, y nos encontrábamos en la misma situación. En un principio enviamos actividades mediante documentos PDF, las cuales debían ser impresas o transcriptas por las familias.

Uno de los inconvenientes era que no todos contaban con una impresora, por lo que decidimos, nuevamente en equipo y adaptándonos a la situación, implementar una nueva forma de entrega de actividades y llevar a cada una de las familias una carpeta con el material impreso", manifestó el equipo Montessori.

Las propuestas pedagógicas que se envían a los hogares contemplan el uso de los materiales que se utilizan en la escuela en las clases presenciales, para mantener la metodología de trabajo, y acercarles a los niños el material que se utiliza habitualmente en la escuela, como por ejemplo, las cadenas de perlas, las estampillas, las tablas de descomposición de números, las letras de lija, el alfabeto móvil, etcétera. También fue distribuido material sobre geografía, para el reconocimiento de océanos y continentes, y su relación con temas tan actuales y abrumadores como la pandemia.

"En un momento de adaptación de nuestra planificación, empezamos a visualizar que nuestro ambiente preparado podía ser la misma naturaleza, y que sus habitantes podían ser nuestro material concreto. Qué mejor manera de cumplir con nuestro objetivo de educar para la paz, que ver a los niños en compañía de sus familias, comprometiéndose con la naturaleza y comprendiendo profundamente que todos formamos parte de este universo, y que cada rol, por más pequeño que parezca, es igualmente importante, que todo y todos estamos vinculados, y que debemos tratarnos con amor y respeto", informan en el documento.

"Ése fue nuestro objetivo, y así fue como comenzamos con propuestas de actividades donde poníamos énfasis en incentivar el contacto del niño con la naturaleza; por ejemplo, la observación de fenómenos físicos y experimentales, la conducta de los animales, el paisaje, y demás. Pensamos en trabajar con animales autóctonos, guiados por su propio interés. El primero fue el yaguareté: recomendamos la visualización de un documental sobre él, más un texto informativo y un artículo de investigación científica (paper). Tenían todo para informarse sobre el animal, y le siguió un profundo interés por nuestra fauna. Luego enviamos un documental sobre el hornero, también un ejemplo de una infografía de un ave y un modelo para realizar una infografía propia del hornero. Junto a esta actividad, les compartimos una guía sobre el avistamiento de aves. Ya que la mayor parte de los niños tiene acceso a un celular, les recomendamos la utilización de una aplicación llamada Aves argentinas, de este modo a partir de la observación podían reconocerlas según sus características. Las actividades se adaptan tanto al nivel inicial como al nivel primario de Amanecer", añadieron.

Siguiendo el interés de los niños y el desarrollo de sus capacidades, fueron incorporados diversos contenidos como tipos de textos, características de mamíferos, aves, reptiles, flora, geografía, etcétera.

La observación es otro aspecto que se tuvo muy en cuenta; etimológicamente, la palabra observar significa “mirar con atención”, y eso es lo que se quiso transmitir: aprender a observar detenidamente lo que nos rodea, como las plantas, las flores, los animales, nuestros pares y a nosotros mismos.

Una de las últimas actividades está relacionada con el sistema solar, los planetas, los solsticios, los equinoccios, de qué manera se genera el día y la noche, qué es el movimiento de traslación, cuánto tarda la tierra en dar una vuelta alrededor del sol, etcétera. "Continuamos creyendo en el principio que dice que “se ama lo que se conoce con todos los sentidos”, y estamos seguros de que este es el canal que nos va a permitir generar un mundo con más episodios de paz, justicia, progreso y amor", consideró el equipo de Amanecer.

"Y así continuamos, con ganas de vernos, de volver a la escuela, y generando los espacios de comunicación y calma para contener y adaptarnos a esta realidad tan peculiar para todos, pero más aún para los niños. Esperamos la vuelta, y seguimos trabajando en equipo para que pueda darse de la manera que los niños necesitan para su desarrollo saludable", concluyeron.