21/6/2019 | 08:44         
REGION-PROVINCIA
Aliados, paridad y encuestas obligan a un "ajuste" en los armados seccionales
Los nuevos aliados, la paridad y un cálculo a la baja de las chances electorales obligan a los principales frentes políticos a realizar un "ajuste" en el armado de las listas seccionales, lo que genera múltiples tensiones y amenazas de portazos.
Aliados, paridad y encuestas obligan a un "ajuste" en los armados seccionales

(DIB).- Los nuevos aliados, la paridad y un cálculo a la baja de las chances electorales obligan a los principales frentes políticos a realizar un "ajuste" en el armado de las listas seccionales, lo que genera múltiples tensiones y amenazas de portazos.

Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, que polarización mediante aspiran a repartirse la gran mayoría de las 69 bancas en juego, afinan el lápiz al máximo para evitar grandes fisuras en sus espacios, pero el panorama no es sencillo. A la ya de por sí compleja negociación por el cierre de listas (el plazo máximo vence en la medianoche del sábado), en estas elecciones se agregan varios condimentos extra.

El primero de ellos tiene que ver con la incorporación de los nuevos aliados. En este caso, el mayor problema es del peronismo, que debe sumar al massismo a la siempre difícil puja entre los intendentes y La Cámpora. En el oficialismo, el arribo de Pichetto no cambia tanto el escenario.

En el Frente de Todos, Massa pide un tercio de los lugares a salir, unas 11 bancas según el cálculo más optimista. Desde el Frente Renovador aseguran que ese trato está "por escrito" en la constitución de la alianza, algo que el kirchnerismo niega. Con todo, las pretensiones del tigrense, que encabezará la lista de diputados nacionales, achican las plazas para el resto. A eso debe sumarse el pedido de los gremios, que espera colocar algunos nombres en las secciones.

La negociación tensiona la relación del kirchnerismo con los intendentes del PJ: luego de enterarse por las redes sociales de las candidaturas de Alberto Fernández y Axel Kicillof, los jefes comunales esperaban un mejor trato en el reparto seccional, donde hacen gala de su poder territorial. Por ahora, esas pretensiones están lejos de cumplirse: "estamos recalientes", resumió uno de ellos ante la consulta de DIB.

El segundo punto de tensión pasa por los cálculos electorales, y le pega más fuerte al oficialismo, el gran ganador en 2015. Los cálculos más optimistas en Cambiemos aseguran que se obtendrán 30 bancas sobre 35 a renovar, lo que obliga a un "ajuste" en los armados: por caso, en una sección que hace cuatro años se obtuvieron cinco bancas, la quinta ya no es un lugar seguro. Esto acota el margen de negociación con los diferentes sectores.

En el peronismo, con la fusión de todas sus variantes, ocurre lo mismo: renueva 34 y se espera obtener menos que eso. Un elemento más para la ya de por sí tensa conversación que se lleva adelante en el Instituto Patria.

Finalmente, también agrega un elemento extra de complejidad la aplicación plena de la ley de Paridad, que establece un reparto "50 y 50" entre varones y mujeres: este año se termina el mandato de 52 hombres, de los cuales solo podrán renovar unos 35. Esta situación les pega a todos por igual, pero lo sufre más el oficialismo, que cuenta con más aspirantes a la reelección.