Alberto Porto es un ingeniero aeronáutico rojense que actualmente vive en la provincia de Modena, Italia. Con sus propias manos construyó un avión ultraliviano y, luego de venderlo a un uruguayo de Punta del Este, lo trajo en vuelo desde Europa, haciendo varias escalas en distintos puntos.
Este lunes llegó a la Argentina, más concretamente a Córdoba, donde mantuvo una reunión con directivos de la empresa FADEA (ex Fábrica Militar de Aviones), porque su intención, por ahora en estado de proyecto, es incrementar la producción de aviones, y de ser posible, hacerlo en nuestro país.
El martes llegó a Rojas y fue recibido por sus familiares, amigos, y gente del Aeroclub, donde aterrizó junto a Lucas, el uruguayo que le compró el avión.
Porto explicó los detalles de su actividad, e informó que luego de regresar junto al nuevo dueño del avión hasta Punta del Este, volverá a su residencia habitual en Italia en un vuelo de línea.
Indicó el rojense que "al avión lo construí yo, desde el proyecto, la idea, hasta la realización. Ahora estamos tratando de comercializarlo. Decidí venir en vuelo, el avión tenía la capacidad para hacerlo, y como una persona lo quería, se lo vendimos y vinimos volando".
"Fue una aventura única. En algunos momentos tuve miedo por lo que estaba haciendo, no fue fácil; pero sabía que había pensado todas las eventualidades, había hecho las cosas bien, y por suerte no hubo ningún problema", agregó Porto.
Con respecto a las etapas del viaje, comentó que "desde Pavullo fui hasta Gran Canaria; de ahí a Cabo Verde; luego el cruce hasta Natal, en Brasil, y después hasta Río de Janeiro. Luego hubo algunas etapas para llegar a Uruguay porque hubo que hacer aduana y esas cosas".
"Yo estoy lleno de órdenes de aviones. Para mí el problema ya no es vender uno o dos aviones, porque estoy lleno de pedidos. Pero no puedo acompañar esos pedidos con producción, y por eso estamos tratando de acelerar la producción. Para eso sólo sirven capitales, no hay otra manera, porque hay que anticipar mucho dinero para poner una empresa industrial y entregar en tiempos razonables", sostuvo Porto, e informó que "entre las propuestas que tenemos sobre la mesa hay una conversación con la empresa FADEA, la ex Fábrica Militar de Aviones, para producir el avión en la Argentina. Pero por el momento es sólo una idea, no hay nada en concreto todavía".
Expresó Porto que "el avión se quedará en Punta del Este. Yo vine a Rojas a visitar a mis padres, y el avión ya no me pertenece más. Hay otro, que está terminando las pruebas de vuelo y será entregado antes de fin de año. Pero la actividad mía es primordialmente en la provincia de Módena, en Italia".
Consultado sobre su vocación, hoy concretada, de dedicarse a la construcción de aviones, reflexionó el rojense: "siempre dije que uno, en la vida, puede hacer lo que quiere. La diferencia está en el precio que estás dispuesto a pagar por hacer lo que querés. Yo, desde chiquito quise hacer aeronáutica. Mis primeros pasos fueron con aeromodelos con radiocontrol, o simplemente con motor a goma. Mi pasión fue ser piloto, estudiar ingeniería aeronáutica, y me fui persiguiendo mis sueños. Obviamente, no hago esto por dinero. El dinero es el medio para lograr los objetivos, pero el fin es concretar los sueños, la pasión".
"Para mí fue muy emocionante llegar a Rojas con mi avión, es parte de mi pasión. Al cruzar el océano Atlántico sabía lo que hacía, había planificado todo.
Obviamente, la noche antes de cruzar de Cabo Verde hasta Natal, que son 2.800 kilómetros de mar, no pude dormir mucho. Tampoco había dormido cuando salí para Canarias. Tuve una condición meteorológica muy complicada y sabía que no había lugar para el error.
Entonces, aproveché ese tiempo para estudiar cualquier opción que pudiera andar mal. Después anduvo todo bien, pasé por los temporales del Atlántico y llegué sin problemas. Hice una velocidad muy alta para cruzar, y consumí muy poco", informó Porto.
El rojense voló ayer a Punta del Este, donde quedó el avión construido con sus manos, y volverá en las próximas horas a Italia para continuar con su trabajo.
"Tengo que producir, porque hay un montón de gente en lista de espera por aviones. Hay varias decisiones importantes que tomar, que condicionarán mi futuro. No es un momento fácil el que estoy pasando", finalizó diciendo.