La actividad comercial en Rojas habría caído en un porcentaje importante durante los primeros meses del año, según surge de una consulta realizada por HOY entre varios comerciantes de distintos rubros.
Una de las "víctimas" principales es la construcción. Los corralones de materiales han reconocido que las ventas, en enero, retrocedieron en promedio un 30 por ciento en comparación con similar período del año pasado. Y si la consulta abarca hasta el día de hoy, el porcentaje aumenta hasta el 40 por ciento, e inclusive hasta el 50 por ciento en uno de los casos evaluados.
Uno de tales empresarios señaló que "el PROCREAR salía rápido, pero eso está parado", y consideró con respecto a los nuevos créditos hipotecarios recientemente anunciados que "hoy en día, para endeudarse con ajuste por inflación hay que estar loco".
Existe consenso, no obstante, en que las empresas vinculadas con la obra pública tienen "buenas expectativas" para el segundo semestre del año; pero al día de hoy, la situación ha empeorado sensiblemente.
El comercio minorista se ha visto también afectado. Varios comerciantes consultados destacaron que "nuestra actividad depende en un 90 por ciento de los asalariados", y comentaron que la retracción en las ventas, comparando el primer trimestre de 2016 con igual período de 2015, "fue de entre un 30 y un 40 por ciento". "La gente no tiene plata, y además tiene miedo de usar la tarjeta, o ya no tiene cupo", expresó uno de los entrevistados.
Hay algunas particularidades, como la estacionalidad de ciertos productos. Algunos verduleros, por ejemplo, pusieron de manifiesto que hay productos que no aumentaron e inclusive bajaron de precio. "Los tomates llegaron a estar a 50 pesos el kilo, y hoy se pueden conseguir a 20 pesos", señaló uno de tales comerciantes quien, no obstante, se sumó al resto al considerar que las ventas cayeron no menos del 30 por ciento, y quizás un 40. Los carniceros, cuyo producto no es estacional, denunciaron porcentajes similares de retracción.
Todos los consultados coincidieron también en que, o no tenían proyectos de ampliación de sus negocios, o los han postergado hasta tanto la situación se estabilice.
Lo que sí es disímil, pero siempre en sentido negativo, es el empleo. La mayoría de los comerciantes consultados destacó que por el momento no se han visto obligados a despedir gente, pero están alertas para ver cómo evoluciona la situación y obrar en consecuencia.
Donde sí la situación repercutió en el empleo es en el comercio de menor envergadura. En esos casos sí han existido despidos, o bien la no renovación de contratos en los casos en que existían puestos de trabajo en período de prueba. O "en negro".
CIERRE DE PEQUEÑOS COMERCIOS
El cierre de pequeños comercios es imposible de evaluar dado que no existen registros. No obstante, todo aquel a quien se consulta al respecto conoce algún caso, por lo que es razonable concluir que varios han cerrado. Pese a que no hay manera de cuantificar esto, la lógica indica que las primeras víctimas del "parate" económico son, precisamente, los actores más chicos de la economía. Indudablemente esto está ocurriendo y generando desocupación en nuestra ciudad.
LA GASTRONOMIA, UN INDICADOR
La actividad de los locales gastronómicos también es un buen indicador de movimiento, ya que "salir a comer" o "ir a tomar algo" suelen ser las primeras reacciones, en sentido positivo o negativo, en caso de mejora o deterioro de los índices económicos. En este caso, en Rojas, es muy difícil sacar conclusiones ya que la situación no es la misma para todos. En general, cabría señalar que el verano ha sido similar, en cuanto a trabajo, al de un año antes; pero las cosas han comenzado a complicarse a partir de marzo y se nota la merma de clientes, sobre todo en abril. Siempre teniendo en cuenta, como se ha dicho, que no a todos los comercios gastronómicos les ocurre lo mismo.